Tarde que socavó nuestro adiós.
Tarde acerada y deleitosa y monstruosa como un ángel
oscuro.
Tarde cuando vivieron nuestros labios en la desnuda
intimidad de los besos.
El tiempo inevitable se desbordaba
sobre el abrazo inútil.
Prodigábamos pasión juntamente, no para nosotros sino
para la soledad ya inmediata
Nos rechazó la luz; la noche había llegado con urgencia.
Fuimos hasta la verja en esa gravedad de la sombra que ya
el lucero alivia.
Como quien vuelve de un perdido prado yo volví de tu abrazo.
Como quien vuelve de un país de espadas yo volví de tus
lágrimas.
Tarde que dura vívida como un sueño
entre las otras tardes.
Después yo fui alcanzando y rebasando
noches y singladuras.
Tarde acerada y deleitosa y monstruosa como un ángel
oscuro.
Tarde cuando vivieron nuestros labios en la desnuda
intimidad de los besos.
El tiempo inevitable se desbordaba
sobre el abrazo inútil.
Prodigábamos pasión juntamente, no para nosotros sino
para la soledad ya inmediata
Nos rechazó la luz; la noche había llegado con urgencia.
Fuimos hasta la verja en esa gravedad de la sombra que ya
el lucero alivia.
Como quien vuelve de un perdido prado yo volví de tu abrazo.
Como quien vuelve de un país de espadas yo volví de tus
lágrimas.
Tarde que dura vívida como un sueño
entre las otras tardes.
Después yo fui alcanzando y rebasando
noches y singladuras.
JORGE LUIS BORGES
Argentina-1899
De "Luna de enfrente"
Argentina-1899
De "Luna de enfrente"
2 COMENTARIOS:
1.
2.
Lucia, leyendo tus poemas siento me desintoxico
de la cruda realidad que nos golpea el dia a dia.
Un abrazo.
elperroverde
de la cruda realidad que nos golpea el dia a dia.
Un abrazo.
elperroverde
Abrazos y besos.