Frida Kahlo nació Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón en Coyoacán, México, el 6 de Julio de 1907. Frida era una de las cuatro hijas de un padre judío-húngaro y una madre de ascendencia indígena-mexicana. Originalmente no planeaba el convertirse en una artista. Una superviviente de polio, empezó un programa de pre-medicina en la ciudad de México. A la edad de 18, sufrió graves heridas en un accidente de autobús. Paso alrededor de un año en la cama, recuperándose de roturas en su columna vertebral, hombros y costillas, una pelvis astillada y danos en el pie. Sufrió más de 30 operaciones a lo largo de su vida y durante su convalecencia empezó a pintar. Sus pinturas, principalmente autorretratos y naturalezas muertas, eran deliberadamente ingenuas y llenas de colores y formas inspiradas en arte folklórico mexicano. Cuando tenía 22 años, se casó con el muralista mexicano Diego Rivera, 20 años mayor que ella. Esta relación tormentosa y apasionada sobrevivió infidelidades, la presión de sus carreras, el divorcio, una segunda boda, los asuntos amorosos lésbicos de Frida, su mala salud y su incapacidad de tener niños. Frida una vez dijo: "Sufrí dos graves accidentes en mi vida….Uno en el cual un tranvía me arrolló y el segundo fue Diego". El accidente de tranvía la dejó invalida físicamente y Rivera la dejó invalida emocionalmente.
Durante su vida, Frida creó unas 200 pinturas, dibujos y esbozos relacionados con las experiencias de su vida, dolor físico y emocional y su turbulenta relación con Diego. Ella pintó 151 pinturas, 55 de las cuales son autorretratos. Cuando le preguntaban porque pintaba tantos autorretratos, Frida contestaba: "Porque estoy sola tan a menudo, porque soy la persona que conozco mejor".
En 1953, cuando Frida exhibió en solitario por primera vez en México (la única que celebró en su país natal durante toda su vida), un crítico local escribió:
"es imposible el separar la vida y el trabajo de esta persona extraordinaria. Sus cuadros son su biografía".
Esta observación sirve para explicar porque su trabajo es diferente del de sus contemporáneos. Cuando se inauguró su exposición, la salud de Frida era tan mala que su medico le dio que no se levantara de la cama. Frida insistió en asistir a la inauguración y, en el puro estilo de Frida, así lo hizo. Llego en una ambulancia y su cama en la parte trasera de un camión. La colocaron en su cama y cuatro hombres la cargaron y llevaron hacia los huéspedes que esperaban.
Ambos, Frida y Diego eran muy activos en el Partido Comunista en México. A principios de Julio de 1954, Frida hizo su ultima aparición pública, cuando participó en una manifestación comunista. Poco después, el 13 de Julio de 1954, a la edad de 47 años, Frida falleció.
Una vez, cuando le preguntaron sus disposiciones funerarias, Frida replicó: "Cuando muera quemen mi cuerpo…No quiero ser enterrada. He pasado mucho tiempo acostada. ¡Simplemente quemenlo!"
El día después de su muerte, amigos y familiares se concentraron en el crematorio para asistir a la cremación de la artista más grande y más original de México. A punto de convertirse en un icono internacional, Frida supo como dar a sus fans un último adiós inolvidable. Mientras el llanto de sus admiradores llenaba la habitación, un súbito golpe de calor viniendo de las puertas abiertas del incinerador, causaron que su cuerpo se sentara. Su pelo, ahora en llamas, resplandecía alrededor de su cabeza como un halo. Los labios de Frida parecieron esbozar una seductora sonrisa mientras las puertas se cerraban. La ultima entrada de su diario reza : "Espero alegre la salida y espero no volver jamás - Frida ".
Sus cenizas fueron colocadas en una urna pre-columbina, la cual se exhibe en la Casa Azul que compartió con Rivera. Un año después de su muerte, Rivera regaló la casa al gobierno mexicano para que se convirtiera en un museo. Diego Rivera murió en 1957. El 12 de Julio de 1958, la Casa Azul se abrió oficialmente como el Museo Frida Kahlo.
"Larga Vida a Nuestra Frida"
Poemas de frida
A FRIDA KAHLO
Si en tu vientre acampó la prodigiosa
rosa de los colores, si tus senos alimentan la tierra con morenos víveres de espesura luminosa;
si de tu anchura maternal la rosa
nocturna de los actos nochebuenos sacó tu propia imagen con serenos desastres en tu cara populosa;
si tus hijos nacieron con edades
que nadie puede abastecer de horas porque hablan soledad de eternidades,
siempre estarás sobre la tierra viva,
siempre serás motín lleno de auroras, la heroica flor de auroras sucesivas.
ANDRÉ BRETON
Ella es su creación. Un Dalí latinoamericano.
Reina, hechicera o india tehuana. Inexacto límite entre lo onírico y lo real. Paisaje de terciopelos, orquídeas y esclavas. Mujer azul con bigotes rosáceos. Metáfora, símbolo o señal de lo ardiente, sexo, fuego y muerte.
Ella fue para Diego lo que Dalí fue para Gala:
Excitación, sudor, sostén y locura. Policromada cariátide de un templo griego, Mural, tapiz de plumas, vuelo o escultura, Joven virgen del thiasos lesbiano o perla gris del Egeo, cuna, cama y sepultura. Una trenza entre Narciso y los espejos. Desgarramiento lila. Oro azul de Coyoacán. Volcánico alarido de la imagen femenina. Ella es Frida y Frida su creación. Tajo, solo tajo. Pieza única de orfebrería. Pesada oscura joya precolombina.
FRIDA
"Su cuerpo, atravesado por un camión,
fue un santuario de dolorosas caricias" Un dolor negro y persistente la acompañó como perro fiel ella, Frida de colores, Frida de boca grande, asimétrica de cuerpo coja, rasgada ella mejicanita de friijoles helados ella de pinzeladas de niña buena ella amada, adorada, ella Sábana Santa ella hoz y martillo ella América y Europa ella de huesos quebrados ella rojas cerezas ella pueblo ella enjuta Frida ¡Temo tanto al dolor Frida! ¡Temo tanto a las espinas de ese cilicio invisible que carcome los huesos! ¡Temo tanto a las noches en la cama de un hospital! abandonada a las horas interminables puesta en manos de una muerte que se acerca pasito a pasito por el pasillo Dime Frida ¿de qué lugar de tu cuerpo sacaste tantos colores? ¿de qué lado asimétrico de tu cara salió un te quiero? Cántame Frida, cántame un nana, acúname que soy la hija que jamás salió de tus entrañas.
FRIDA KAHLO
Una cama que arde, una hoja que arde,
rojo carmesí gules, carnadura de un pájaro, y es cierto, te descubro en las tensiones que plantea la naturaleza del fuego, en el ciervo herido con tu cara, en lo que me apunta al centro del alma y me desvela, me invade me conquista, si las voces fueran como furias, si los colores fueran la vida, y tú volando, descalza de pies en la estatura de los sueños, desde la cartografía del poema hasta el tramado abierto de la tela, en el púrpura en el índigo y los amarillos, en lo perdido, en la locura, desde el alborozo de tus vestidos al gozo circular de tus anillos, hasta el gris sombrío de tu armadura, siempre te he amado, y es cierto, te reconstruyes en esfinge, ignoras a los gentiles corregidores y me miras por dentro, donde la sangre se mezcla, con el óleo, los huesos con las piedras, la nodriza con la mascara, los frutos con el sexo, el llanto con el grito, en tu cama teatro escenario proscenio, en tu cuerpo ala sueño pájaro el silencio esta saturado de esencias que arrastra el olvido, quien sabe cómo o porque, pienso en epitafios garabateados con carbonillas, todo poema tiene algo de epitafio, cejas de la sombra sobre la tela vacía, cómplice de mi sangre sobresalto de la entrega, columna rueda tímpano llorona, dulce llorona, los espejos se incendian en los bordes como papel en tonos de rojo y violeta, se corren de extremo a extremo de dolor en dolor, hasta que en un momento todo es grito, ígneo mágica luz en una hoja de papel de carbón, cenizas valor facial rosas germinando en la noche de Coyoacan, es un tango tu herida…. en mi azul….
Frida…
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