William Shakespeare,
nació en Stratford-upon-Avon,
Warwickshire, Inglaterra el 26 de abril de 1564 y se hizo
famoso en Londres como dramaturgo, poeta y actor. Hijo de John Shakespeare y
Mary Arden. Su esposa fue Anne Hathaway, quien murió el mismo año que él. Tuvo
tres hijos, Hamnet Shakespeare, Susanna Hall y Judith Quinev. Fue uno de los
más grandes escritores de la literatura universal y su fama en su época se
debió a su actividad como eximio dramaturgo. Poseedor de una respetable
fortuna, pasó sus últimos años administrando sus tierras, aunque jamás dejó de
escribir. La publicación, en 1593, de su poema Venus y Adonis, muy
bien acogido en los ambientes literarios londinenses, fue uno de sus primeros
éxitos. De su producción poética posterior cabe destacar La violación de Lucrecia (1594) y los Sonetos (1609), de
temática amorosa y que por sí solos lo situarían entre los grandes de la poesía
anglosajona. Antes de 1600 aparecieron la mayoría de sus comedias alegres y algunos de sus dramas basados en la historia de
Inglaterra. Destaca sobre todo la fantasía y el sentido poético de las comedias
de este período, como en Sueño de una noche de verano; el prodigioso dominio del
autor en la versificación le permitía distinguir a los personajes por el modo
de hablar, amén de dotar a su lenguaje de una naturalidad casi coloquial. Compuso,
también entre otras obras, El mercader de
Venecia y La fierecilla domada. Y
una obra inmortal como Romeo y Julieta.
A partir de 1600, publica las grandes tragedias y las llamadas comedias oscuras. Los grandes temas son
tratados en las obras de este período con los acentos más ambiciosos, y sin
embargo lo trágico surge siempre del detalle realista o del penetrante
tratamiento psicológico del personaje, que induce al espectador a identificarse
con él: así en Macbeth, se observa la
cruel tentación del poder; Otelo, la
crueldad gratuita de los celos; Hamlet, que
refleja la incapacidad de actuar ante el dilema moral entre venganza y perdón. En
sus últimas obras, a partir de 1608, cambia de registro y entra en el género de
la tragicomedia, a menudo con un final feliz en el que se entrevé la
posibilidad de la reconciliación, como sucede en Pericles.
Shakespeare publicó en vida tan sólo dieciséis de las obras que se le
atribuyen; por ello, algunas de ellas posiblemente se hubieran perdido de no
publicarse, pocos años después de la muerte del poeta, en el Folio, volumen recopilatorio que serviría de base para
todas las ediciones posteriores. Su estancia en la capital británica se fecha,
aproximadamente, entre 1590 y 1613, donde adquirió una casa conocida como New
Place. Fallece el 23 de abril de 1616 a los 51 años, en su
misma localidad de nacimiento.
Cuando haya muerto,
llórame tan solo
mientras escuches la campana triste,
anunciadora al mundo de mi fuga
del mundo vil hacia el gusano infame.
Y no evoques, si lees esta rima,
la mano que la escribe, pues te quiero
tanto que hasta tu olvido prefiriera
a saber que te amarga mi memoria.
mientras escuches la campana triste,
anunciadora al mundo de mi fuga
del mundo vil hacia el gusano infame.
Y no evoques, si lees esta rima,
la mano que la escribe, pues te quiero
tanto que hasta tu olvido prefiriera
a saber que te amarga mi memoria.
Pero si acaso miras
estos versos
cuando del barro nada me separe,
ni siquiera mi pobre nombre digas
y que tu amor conmigo se marchite,
cuando del barro nada me separe,
ni siquiera mi pobre nombre digas
y que tu amor conmigo se marchite,
para que el sabio en
tu llorar no indague
y se burle de ti por el ausente.
y se burle de ti por el ausente.
Déjame confesar que
somos dos
aunque es indivisible el amor nuestro,
así las manchas que conmigo quedan
he de llevar yo solo sin tu ayuda.
No hay más que un sentimiento en nuestro amor
si bien un hado adverso nos separa,
que si el objeto del amor no altera,
dulces horas le roba a su delicia.
aunque es indivisible el amor nuestro,
así las manchas que conmigo quedan
he de llevar yo solo sin tu ayuda.
No hay más que un sentimiento en nuestro amor
si bien un hado adverso nos separa,
que si el objeto del amor no altera,
dulces horas le roba a su delicia.
No podré desde hoy
reconocerte
para que así mis faltas no te humillen,
ni podrá tu bondad honrarme en público
sin despojar la honra de tu nombre.
para que así mis faltas no te humillen,
ni podrá tu bondad honrarme en público
sin despojar la honra de tu nombre.
Mas no lo hagas, pues
te quiero tanto
que si es mío tu amor, mía es tu fama.
que si es mío tu amor, mía es tu fama.
William Shakespeare
Publicado por Jorge Montironi.
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