TE BUSCAN LOS
CAMINOS
Mientras espero,
que la línea de tiempo
atraviese mi ser,
te buscan los caminos
entre las sombras del viento.
Norberto Demarco
QUERIDOS:
Mi ausencia, inquieta mi ser entre
seres de barro y mis huesos se vuelven nada. Sin renunciar a los caprichos del
puro silencio, romperé las grillas de la duda y no habrá extraños.
Norberto
Demarco
QUERIDO:
Es curioso como uno va sintiendo el
paso del tiempo, con el paso del tiempo. Así es como con los otros lugares,
digo del inmenso patio ante nuestro corazón niño o de las horas o días antes de
algún festejo infantil deseado.
Te digo amigo que las dimensiones cambian
a nuestro cambio, que el dolor mortífero de un hoy puede ser solo la marca de
un nuevo crecimiento, un nuevo viaje a otro nuevo lugar amado, nada vivo
tan sólido hoy, pues algo la vida me ha enseñado. Me prepara, nos prepara, nos
amasa si lo permitimos con un germen leudado, nos hornea a viva flama, nos
devuelve a otros, nos recrea en otros, así como nosotros recreamos.
Que sea pronto amigo, que ante un vino
estrechemos nuestros pensamientos, nuestras manos. El mundo es hoy
nuestro nuevo patio, parecido en algo, al de baldosas calcáreas, donde al
finalizar la tarde jugábamos.
Te abraza Ricardo
Ricardo Guimaraynz
TE BUSCAN LOS CAMINOS
Infiel al reptar dado,
juegas pisadas en el pedregal.
Vas al mundo ¡qué más da!
ríes pasos sin atrás.
Acaricias el suelo sin huellas,
renaces a otro rostro en otro lugar,
estar vivo es simplemente andar.
Juega al muerto y hastío obtiene;
quien se aferra y se cree un lugar.
La vida son elecciones,
el espíritu se recrea, crea a voluntad.
Te buscan los caminos,
vive, sueña, construye,
esa es la humana potestad.
Ricardo Guimaraynz
TE BUSCAN LOS CAMINOS
En las tórridas tardes,
en las brisas invernales
en todos los tiempos
sigues la impronta del destino,
caminante, tu fuerza es la búsqueda,
llegar no es relevante,
el camino decide, olfatea, te empuja
sin miramientos.
Siempre hay caminos nuevos hacia
la vida, hacia la muerte,
caminante, esa es la consigna hasta el
final,
hasta la última gota de energía de tu
mágica vida.
Edgardo D’Alvia
QUERIDA:
Mis desvaríos son tan míos que no
puedo negarme.
Mas sé que casi te he perdido.
Los salvajes aullidos de dolor solo se
calman en la desesperación de lo inalcanzable.
Tu amor me embriaga tanto que a veces
no puedo sostenerme en pie.
Los recuerdos de la pasión se mezclan
con los dolidos ayes del olvido.
Tal vez no pueda alcanzarte y mi voz
se ahogue para siempre en los gritos sordos del pasado.
Aún te ama
Edgardo
POR UN INSTANTE SE HACE HUMANO
Un susurro entre los árboles
detiene al caminante,
deja de abrumarse con la pena,
de afanarse en su sordera,
de perseverar en las razones,
de insistir en ganar… ganarte.
La naturaleza lo conmueve
por un Instante se hace humano,
reconoce un ayer , esta mañana,
quiere a más no poder elegir,
decidir, acertar en la sonrisa .
Abandonar de una vez para siempre
su pose de estatua elegante.
Lo buscan los caminos…
esta vez podrá con su ceguera.
Nora Cóliva
QUERIDO:
En este silencio, casi eterno,
es donde vuelvo a elegirte. Poco empalabrado puede ser casi un insulto y sin
embargo dices eso poco que dices con tanta dulzura…
¿Sabes? Es mi corazón quien escucha tus
susurros.
En la vuelta cósmica de algún
encuentro posible imposible, tú y yo nos rozamos suavemente. Es allí, en ese
instante mínimo donde se me enciende el alma.
A ese vértice incierto vuelvo una y
otra vez, es mi esquina
preferida y tú.
Nora
TE BUSCAN LOS
CAMINOS
Danzando entre
cuerdas
atraviesas el
tiempo
impulsado por el
vértigo,
sostenido en las
miradas
de aquellos que
esperan
el triunfo de tu
caída.
Atestado de neón
te deslizas a
través de los sueños
de quienes jamás
se atreverían
a surcar dos
mundos.
El eco del abismo
siempre te ha enamorado
deberás detener tu
mirada en el horizonte
porque aún es
tiempo de seguir danzando:
te buscan las
estrellas
en las que se ha
reflejado tu humanidad,
te busca el horizonte
en el que posas tu
mirada,
te buscan los
caminos
que anhelan ser
construidos,
te espera tu deseo
en la próxima
cuerda.
Patricia Dizanzo
QUERIDOS:
Embriagada por el son de sus versos,
durante tres años, tejí la red para enamorar a los fantasmas que me distraen de
mi deseo. Soñé con transformarme en un poeta capaz de gestar verdes letras en
mi alma. Y así, entre poemas inéditos y miles de palabras, preparaba los
cimientos en los que fuera posible abrir la puerta y dejar que mi poeta salga a
trabajar.
Batallando contra la expresión de mi
propio cuerpo habitado por sombras, decidí navegar hacia la tormenta, sin la
certeza de encontrar el horizonte detrás de los relámpagos. El poeta advirtió:
“La deriva solo es un rumbo para un buen navegante”. Y entre olas de recuerdos
el viento me susurró un “Cuento quejoso” de “Memoria verde” mientras viajaba en
“El mar infinito, y su barcaza fea” me acompañó sabiendo que “Otras quimeras”
podrían nacer de aquella tempestad, entonces secundada por un “Documento de
sal” cual vela en el mar embravecido, fui hacia la tormenta sabiendo que si hoy
“Amanece la furia” “Mañana será otro día”. Y allí, la calidez del sol me vio
despertar arribando a destino.
Habitar en una multitud es algo
espeluznante para mí. La suspensión del silencio, mi gran compañero, ha marcado
surcos en mi alma, y es allí donde sus verdes letras han sembrado lo más bello
que ha podido soportar mi ser, la poesía.
Patricia
Dizanzo
TE BUSCAN LOS
CAMINOS
Inquietante amanecer bajo el fondo
de una luna que ya se fue,
vacío sublime donde
la creación y el espanto,
son esa pareja de baile,
kilómetros de asfalto.
Quise escapar de mis silencios,
aprender a volar,
conjugar los verbos,
colgar una vieja idea de ningún lugar
y salir a respirar,
sin ánimos de querer enfrentarte.
Hay algo de mí que no está,
nunca esta, y cuando trato de buscarlo,
siempre me encuentro entre mis angustias,
tristezas y soledades, la llave que abre
un destino, algo nuevo que aun no existe.
Por eso, en cada paso,
cada nueva respiración,
una voz me vuelve a decir:
te buscan los caminos…
Inquietante amanecer bajo el fondo
de una luna que ya se fue,
vacío sublime donde
la creación y el espanto,
son esa pareja de baile,
kilómetros de asfalto.
Quise escapar de mis silencios,
aprender a volar,
conjugar los verbos,
colgar una vieja idea de ningún lugar
y salir a respirar,
sin ánimos de querer enfrentarte.
Hay algo de mí que no está,
nunca esta, y cuando trato de buscarlo,
siempre me encuentro entre mis angustias,
tristezas y soledades, la llave que abre
un destino, algo nuevo que aun no existe.
Por eso, en cada paso,
cada nueva respiración,
una voz me vuelve a decir:
te buscan los caminos…
Leandro Briscioli Serrano
QUERIDA:
Por momentos siento que átomos violentos de verdad,
acarician la piel del futuro
y cada paso hacia atrás,
es un volver a encontrar la luz que esa mañana me cautivo.
Recuerdo verte de pie, apoyada en el muro de una calle oscura.
Recuerdo tu nombre tatuado en mi mirada, los impulsos imposibles del silencio,
como se caían las ideas y florecían en palabras.
Salvaje como la noche,
apareciste entre mis manos y ya nada fue igual.
Leandro Briscioli Serrano
Por momentos siento que átomos violentos de verdad,
acarician la piel del futuro
y cada paso hacia atrás,
es un volver a encontrar la luz que esa mañana me cautivo.
Recuerdo verte de pie, apoyada en el muro de una calle oscura.
Recuerdo tu nombre tatuado en mi mirada, los impulsos imposibles del silencio,
como se caían las ideas y florecían en palabras.
Salvaje como la noche,
apareciste entre mis manos y ya nada fue igual.
Leandro Briscioli Serrano
TE
BUSCAN LOS CAMINOS
Te
buscan los caminos
sobre
el hielo lúgubre
de
pisadas perfectas
cambiando
el destino
de una
luz siempre
a punto
de apagarse
por la
torpeza
de
bestias laberínticas
susurrando
al oído
alguna
tragedia evitable.
Diamante
bruto
que
perforas el horizonte aciago.
Olas de
ultramar
tragándose
el infinito
frente
a todos los arpegios
de
sueños imposibles.
Nos
acompañarán las sombras
de
millones de muertos
en
nombre de dios y sus adláteres.
Sin
piedad,
la mano
del verdugo será cortada.
Jorge Montironi
QUERIDA:
Entre los mantos azules del tiempo, he
encontrado un nuevo y luminoso testigo de lazos que siempre albergan nuestras
alforjas de sueños. Escritos de otros tiempos, libros de otros tiempos,
delirios de otros tiempos hoy hechos realidad.
La simpleza de sus delineamientos da
para el sustento de muchos otros. Plan para quien ama las flores, la tierra que
seca las manos labriegas, el agua que da vida a la vida. Vamos por el sol de
los encuentros y el resto de los sin nombre que entre las sombras derraman
deseos atónitos frente a nuestro seguir implacable, sin peligros.
Jorge
Montironi
CADÁVER EXQUISITO REALIZADO POR LOS INTEGRANTES DEL GRUPO DE ESCRITURA TIGRE:
Leandro Briscioli Serrano
Jorge Montironi
Nora Cóliva
Ricardo Guimaraynz
Edgardo D´Alvia
Patricia Dizanzo
Norberto Demarco
Hoy, no tengo ni deseo tener, sangre de
estatua
Frío
entre mis manos, la sangre desaparece
y este verso que es de tu piel sin tu piel,
acaba derrotando mis mañanas,
en esa distancia imposible
entre nosotros dos.
y este verso que es de tu piel sin tu piel,
acaba derrotando mis mañanas,
en esa distancia imposible
entre nosotros dos.
El sol
no vendrá por ti,
aunque
sonrías tontamente;
la
partida está jugada.
Es demasiado tibio mi interior para esa empresa.
Carmesí
mi sangre,
será
polvo luego del vuelo,
será
ave en palabra,
silencio
en alguna tierra
y voz
en algún recuerdo.
Quiero
que mis ríos
de
sangre roja y caliente
fluyan
sin descanso sembrando vida.
Y la
calidez capaz de hospedar al amor.
Será
imposible olvidar
los
pasos construidos por el deseo.
Grupo de Escritura Tigre
Publicado por Patricia Dizanzo
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