miércoles, 21 de septiembre de 2011

POEMAS DEL GRUPO TIGRE PARA MADRID

CONCIERTO FINAL

Comprometo a tus labios
mojados por mis besos,
a no ser eternos,
a escribir nuestra historia
en papeles blancos
que no borra el tiempo.
Sacian mi sed
sirenas que visitan
la noche,
arrebatadas presencias
que nombran tu nombre,
esa real ausencia,
esa inexistencia.
Aplaudo a solas
el concierto final
que no nos pertenece.

                           Lucía Serrano 



BESO EL HORIZONTE

Llevo el mar en mi pecho,
no hay estrellas
sobre mi cabeza.
Beso el horizonte
lejano siempre
y a su vez
tan cerca de mis manos.
Nazco suspendida
en el aire viciado
que tienen los veranos,
detengo el rumor
del tiempo
en márgenes abiertas,
donde nadie vuelve,
y se agranda
vital este silencio.

                           Lucía Serrano 



UN SUEÑO MARAVILLOSO

Entre reflejos de imágenes me perdía
mientras el sueño continuaba el viaje.
Ella es la alucinada mirada
donde todo es verdad ante mis ojos.
Despertar del recuerdo que se escribe en el poema.
Un sueño maravilloso,
mujer,
que en encuentros deformados
apareces clara e iluminada.
Reposo de mi ser,
escenario de otras vidas.
Diálogos con otros desconocidos
punto ciego.

                           Norberto Demarco



EN EL SOHO

Nueva York,
sur de Manhattan.
Motos alocadas, grupos de muchachos
con pañuelos en la cabeza,
camperas negras,
vaqueros gastados.
Una guía turística advierte, no fotografiar,
mientras el ómnibus esboza su mirada
de incautos curiosos sobre los motoqueros.
Riesgos impensados,
sensibles al deseo.
El grupo parece tranquilo,
sentado en la vereda,
escalera de un departamento hacia la nada.
Mientras las miradas se cruzan,
arte de una foto imposible,
nos develan la intriga en aciagos encuentros
de la imaginación.

                           Norberto Demarco


UN PASO

Para cruzar el abismo,
un puente extenso,
aparentemente infinito;
un paso
sobre alas o rocas,
sobre el vacío,
la flor o las lágrimas.
Cada intención,
una arborización,
cada pisada una senda,
cada camino el caminante.
La detención; la muerte.

                            Ricardo Guimaraynz



PRÍNCIPE

Enamorado
la soñó princesa,
bella, humana.

Risas puras al aire,
a la materia inerte,
a una muñeca más;
bajo el sol y las nada.

Vueltas y vueltas,
ilusión de destino.
Vestido de príncipe,
reeditó mil mandatos.

Desnudo,
ante los espejos del mundo,
sucumbió la otra farsa;
simple un bufón de piel camuflada.

                           Ricardo Guimaraynz


SORTILEGIO PASAJERO

Fue la mesa
navideña y la
hora del encuentro.
Tu roce sobre mí,
tu perfume,
las bellezas suaves
de tu escote,
sembraron de sortilegios
la noche, ya por sí
cargada de presagios. 

                           Edgardo D’Alvia



BESTIAS AL AVERNO

Aquí a la vuelta
del olvido, está
la bestia,
atenta para abalanzarse.
Salida del submundo
desgarrando las carnes
suaves del amor
como si nada
pudiera detenerla,
salvo nuestro
ímprobo esfuerzo.
Sin descuido, con la
mente limpia,
el corazón abierto,
remitiendo la deuda,
amando siempre
generosamente, así
tal vez, la enterraremos
para siempre.

                           Edgardo D’Alvia


VIENTO NORTE

Arremolinaba la calle,
y un jardín de calas.

Despejaba las hojas
de un otoño
parecido.

En el zaguán ya nadie
tocará serenatas.

Una niña llora...
por el viento norte
o por nada!!!

                           Nora Cóliva



HARTA DE CARICIAS

Es que su piel despeñaba las brisas, en
silencios que coreaban sones.

Los árboles comadreaban las estrellas,
silbando alguna cita de tambores.
tanto de tanto,
fue
que fue imposible.

Tanto de tanto que :
harta de caricias,
intentó el amor.

                           Nora Cóliva



HERIDAS EN EL ALMA 

Lento es el andar
por el camino ríspido.

Piedras y espinas
lastiman el cuerpo.

Marcan, los desencuentros
las palabras sin decir.

Vuelo rasante
sobre la llanura tibia
sanando
las heridas en el alma.

                           Graciela Jara



EL SOL QUE NO VEREMOS 

El sol que no veremos
juega a las escondidas.

Frente a la ventana
abrazados
dejamos que la atraviese
la gris mañana.

Lo buscamos

Hoy, se niega a ser visto


                           Graciela Jara



DISTRAÍDOS TRANSEUNTES

Signos indefinidos 
de un mundo silencioso, 
aturden el bramar 
del mar entre las sombras. 
Miradas ausentes, 
esconden latir incesante, 
mundo circulando, 
infinito deseo mudo. 
Sórdidos arpegios del sinsentido 
derrumbando milagros torpes 
encienden la antorcha, 
sin llamas, sin lamentos, sin ti, 
mientras distraídos transeúntes 
opacan la luz, 
brazos sin alas, 
donde el vuelo 
se hace imposible 
frente a la mirada atónita de las fieras. 

                           Jorge Montironi



INEXPLORADO CAMINO

Inexplorado camino 
de quien teniendo que partir, 
espera con ataviado sigilo 
bestias acechando 
turbulentas aguas 
destino de lo incierto. 
Esqueletos vivientes 
caen en mil pedazos 
absorbiendo la espera. 
Un inhumano eco, 
lamento de dioses 
creado por incrédulos bufones
estallan en mil pedazos,
resonando a lo lejos, 
ante la insondable vigilia del mar 
que en rítmico balanceo 
oculta el fin de los tiempos. 

                            Jorge Montironi


 Lucia Serrano       

1 COMENTARIO:

1.      
Hermoso poemas, es un lujo este Blog.

Estimada Lucía, en mi blog tienes un regalo si lo deseas para este blog.

Un abrazo enorme.


jueves, 15 de septiembre de 2011

VENDRÁ

Tengo miedo…
No sé… ¿que va a pasar? (ese tono tembloroso, solo permitió que apretara un poco más su mano y compartimos el silencio)
Esas fueron las últimas palabras que me atrevo a recordar que escuche de sus labios.
Cabeza rapada, su rostro hinchado sin opacar su azul mirada.
No sé... El medicamentoso olor, el repugnante aroma de la asepsia, del horror, el perfume de la muerte cubriendo todo vestigio de la esencia de esa vida amada.
La bruma del dolor era endulzada con escenas de la infancia compartida y grageas de bellos instantes. Un nudo hecho con las fibras del alma, un pasillo, un estar, un insistente mandato de ser fuerte, de contener, de ayudar; mientras la piadosa muerte cortaba un padecimiento, mil retoños de él nacían.
Un tono gris; blanco y negro, batido de alas. Padecimiento, alivio y compasión, millar de recuerdos y la sensación de ningún futuro, la creencia de ningún futuro. La ilusión de algún futuro, la ilusión que es en sí el futuro.
¿Qué va a pasar? No sé… Tengo miedo…La muerte se ha mostrado, siempre estuvo y yo, no sé…Solo una certeza y una esperanza; vendrá y me encontrara realmente vivo.

Ricardo Guimaraynz

 Lucia Serrano