martes, 22 de noviembre de 2016

 Sor Juana Inés de la Cruz


Nace en San Miguel de Nepantla, provincia de Chalco, México, el 12 de noviembre de 1648.

Su verdadero nombre era Juana Inés de Asbaje y Ramírez. Hija natural de Pedro Manuel Asbaje, capitán vasco, nativo de Vergara, Guipúzcoa, casado al llegar y conocer a Isabel Ramírez de Santillana, criolla, nacida en Yacapixtla, al sur de Nepantla con quien tuvo tres hijas. Juana fue la segunda de las hijas.

Su precocidad, como la de Lope de Vega, influyó mucho en su educación ya que a los tres años de edad empezó a garabatear sus primeras letras y a partir de los siete años, escribir poesía.

A pesar de que las mujeres tenían prohibido el acceso a la Universidad, Juana fue enviada a la ciudad México para iniciar sus estudios, donde vivían sus tíos maternos, María Ramírez de Mata y Juan de Mata. Pero donde más se desarrolló su inteligencia fue en la biblioteca de su abuelo. Al criarse con los hijos de los sirvientes y esclavos de la casa, indígenas y mulatos, captó desde niña sus lenguas nativas. De los amores de su madre doña Isabel, tras el abandono de su padre, con el capitán Diego Ruiz Lozano, nacieron tres hijos, cosa que provocó un rechazo de la niña hacia su madre.

Cuando cumple quince años, Juana, es admirada tanto como por su inteligencia como por su belleza. Por entonces es nombrada dama de honor de la Virreina, Leonor Carreto de Toledo, Marquesa Mancera, y pasa a residir durante algún tiempo a la corte, donde en cierta ocasión el virrey, Antonio Sebastián de Toledo, Marqués de Mancera, mandó a cuarenta eruditos que la interrogaran en toda clase de disciplinas. Tales fueron de inteligentes y discretas sus respuestas, que desde entonces su inteligencia fue admiración de todos los intelectuales de la corte. Por entonces, Juana, tenía 17 años.

Durante su estancia en la Corte, don Antonio Núñez de Miranda, jesuita y confesor, le aconseja y convence para que entre en la vida religiosa.

En agosto de 1667, con 19 años, ingresa en la Orden Carmelitana como novicia. Los motivos por los que Juana toma esta decisión, nunca han sido bien explicados por sus biógrafos, tan sólo existen conjeturas sobre los distintos motivos por los que tomó esta decisión en su vida.

Dada la dureza de la regla disciplinaria de la Orden, Juana, fue trasladada a la Orden Jerónima, menos rigurosa en sus estatutos, donde profesó en 1669, allí toma el nombre de Sor Juana Inés de la Cruz

Empieza su biblioteca particular, contando dentro de su celda, con más de 4000 volúmenes. Pero las nuevas autoridades eclesiásticas, el arzobispo Francisco de Aguiar y Seijas, escrupuloso y moralista con todo lo que escribe Juana le aconseja dedique más su labor poética a la poesía sagrada que a la profana, lo que provocó en Juana, un sentimiento que le obligó a renunciar a su vida literaria, vendiendo su biblioteca y pasando al cuidado de enfermos y a la oración. Precisamente cuidando a unas monjas enfermas se contagió y a consecuencia de esta epidemia falleció en la ciudad de México en 1695.

Varias veces le ofreció la Orden el cargo de Abadesa, siendo rechazada esta oferta por Juana, prefiriendo desarrollar su labor dentro de la Orden como contadora y archivera.

En la composición de sus sonetos, estimaron los críticos de la época y posteriores, está la fluidez de Lope de Vega, el conceptismo de Quevedo y el culteranismo de Góngora y Calderón. Algunos de estos sonetos alcanzaron gran renombre y fama posterior sobre todo los que comienzan con: «Detente, sombra de mi bien esquivo», «Cauteloso engaño del sentido», «Diuturna enfermedad de la esperanza», «Estas que fueron pompas y alegría», «Rosa divina que en gentil cultura».

Escritos en prosa fueron Respuesta a la muy ilustre Sor Filistea de la Cruz en 1690. La producción teatral de Juana, tiene títulos como: El divino Narciso 1690; San Hermenegildo, el mártir del Sacramento y El cetro de José, en una aproximación propia de la época a Calderón. También siguiendo la tradición de Lope de Vega incluye en sus comedias sonetos, concretamente en El Divino Narciso y Los Empeños de una casa (Sonetos LXXI y LXXII).

Antes de su ingreso en el Convento, escribió dos comedias, Los empeños de una casa y Festejo de amores más laberinto, esta última en colaboración con su primo Juan de Guevara.

La publicación de sus obras se llevaron a cabo en los años, 1689, 1691 y 1700, esta última publicación cuando Juana ya no existía.

Toda su vida la dedicó a la Santificación y a las Letras. Fue también conocida como «Décima Musa» y «Fénix de América» pero sobre todo como la autora más grande del Barroco Hispanoamericano.
Correspondencias entre amar o aborrecer

Abajo   Feliciano me adora y le aborrezco;
Lisardo me aborrece y yo le adoro;
por quien no me apetece ingrato, lloro,
y al que me llora tierno no apetezco.

   A quien más me desdora, el alma ofrezco;
a quien me ofrece víctimas, desdoro;
desprecio al que enriquece mi decoro,
y al que le hace desprecios, enriquezco.

   Si con mi ofensa al uno reconvengo,
me reconviene el otro a mí ofendido;
y a padecer de todos modos vengo,

   pues ambos atormentan mi sentido:
aqueste con pedir lo que no tengo,
y aquél con no tener lo que le pido.


JOSÉ HERNANDEZ


(1834 - 1886

Poeta argentino - autor del Martín Fierro

Nació en los caseríos de Perdriel, en la Chacra de su Tío Don Juan Martín de Pueyrredón, el 10 de noviembre de 1834, durante el gobierno de Don Juan Manuel de Rosas. Educado en el Liceo de San Telmo, en 1846 fue llevado por su padre al sur de la provincia de Buenos Aires, donde se familiarizó con las faenas rurales y las costumbres del gaucho.
La lucha política caracterizó su vida. En 1858, junto con varios opositores al gobierno de Alsina emigró a Paraná, intervino en la Batalla de Cepeda y también en la de Pavón en el bando de Urquiza. Inició su labor periodística en el Nacional Argentino, con una serie de artículos en los que condenaba el asesinato de Vicente Peñaloza, publicados como libro en 1863, bajo el título de Vida del Gaucho. En 1868 editó el diario El Eco de de la segunda parte, "cuatro palabras de conversación con los lectores", abunda en la filosofía de la obra. También es interesante los comentarios de Miguel Cane, sobre la obra.
Corrientes y un año más tarde En el Río de la Plata, donde publicó artículos referidos a la cuestión del gaucho y de la tierra, la política de fronteras y el indio, temas que articularía literariamente en el Martín Fierro.
Participó en el levantamiento del Coronel López Jordán contra el gobierno de Sarmiento en Entre Ríos, y de regreso a Buenos Aires, en el Gran Hotel Argentino de 25 de mayo y Rivadavia, terminó de escribir El Gaucho Martín Fierro, editado en diciembre de 1872, por la imprenta La Pampa. Tras su onceava edición, en 1879 publicó La Vuelta de Martín Fierro. Fue diputado provincial y en 1880, siendo presidente de la Cámara de Diputados, defendió el proyecto de federalización, por el cual Buenos Aires pasó a ser la capital del país. En 1881 escribió Instrucción del estanciero y fue elegido senador provincial, cargo para el cual fue reelecto hasta 1885. El 21 de octubre de 1886 falleció en su quinta de Belgrano.

Lo llamamos trabajo
Algunos de nosotros
inmigrantes
tomamos el autobús
para trabajar
en la mañana brumosa
sin quejarnos
del mínimo sueldo
Levantamos, jalamos y movemos
nuestras manos
como olas fugaces
van y vienen
tediosas ingratas
Pero sí:
Lo llamamos trabajo
Resistimos horas extras
Día a día
por la mitad
de lo que tú ganas
Giramos, nos doblamos y nos rompemos
los lomos
seis días por semana
por un tercio
de lo que ganas
Pero sí:
Lo llamamos trabajo
Y aún insisten
en una radio conservadora
Lo gritan
en FOX NEWS
Que les quitaremos
su país
que ensuciaremos
su cultura
que ahogaremos
su lengua
Es absurdo absurdo
El único
verdadero conquistador
si no lo sabes
Es paz y amor
Es amor y paz

sábado, 19 de noviembre de 2016

HOMERO MANZI - nace el 1° de noviembre de 1907)
Definiciones para esperar mi muerte 
Puedo cerrar los ojos 
lejos de las pequeñas sonrisas que conozco. 
Escuchando estos ruidos recién llegados. 
Viendo estas caras nuevas. 
Como si de pronto 
los mil lentes de la locura 
me trasladaran a un planeta ignorado. 

Estoy lleno de voces y de colores 
que juraron acompañarme hasta la muerte 
como amantes resignadas 
al breve paso de mi eternidad. 

Sé que hay recuerdos que querrán abandonarme 
sólo cuando mi cuerpo hinche un hormiguero sobre la tierra. 

Sé que hay lágrimas largamente preparadas para mi ausencia. 

Sé que mi nombre resonará en oídos queridos 
con la perfección de una imagen. 

Y también sé que a veces dejará de ser un nombre 
y será sólo un par de palabras sin sentido. 

Estoy lleno de voces y de colores. 
Unas veces recogidos en el sonambulismo de la marcha. 
Otras, inventados tras mi propia soledad. 

Con ello se integrará un cortejo final de despedida. 

Se cambiarán en lágrimas y palabras piadosas. 

Pero hoy, en medio de lo que todavía no he podido amar, 
evoco a los marinos encerrados en las paredes altas de la tormenta; 
a los soldados caídos sobre las yerbas lejanas; 
a los peregrinos que duermen bajo la sombra de árboles innominados; 
a los niños que yacen contemplando el yeso de los hospitales 
y a los desesperados, que entregan el último gesto 
frente al paisaje final e instantáneo de la demencia.
Hombre 
¿Eres cientos de vidas, o una vida? 
¿Una sola infinita y dolorida? 
¿Eres dueño del mundo en que transitas 
o el mundo es una gruta donde habitas? 
¿Andas entre flores y el paisaje 
sin poner el perfume y el celaje? 
¿Creaste una deidad omnipotente 
para que manejara tu presente 
y tu pasado y lo que nunca ha sido, 
lo muerto, lo vital, lo presentido? 
Cruzas frente al espejo de tu espejo 
y no eres el reflejo de un reflejo. 
Manejas tardes y también mañanas 
y ríos y amapolas y ventanas 
y lágrimas y sombras y canciones 
y juncos y fatigas y emociones 
y guerra y paz y prados y ciudades 
y juventud y ancianidad y edades 
y libros y banderas y armonías 
y das luna a la noche y sol al día. 
Mides los mundos que tú hiciste mundos 
con teoremas exactos y profundos. 
Trabajando en tu nada y en tu todo 
pintas blanca la nieve y negro el lodo. 
Prescribes lo moral y abres caminos 
y ponderas valores y destinos. 
Juzgas para esta vida y otra vida. 
Ésta fugaz y la de allá dormida, 
sobre un tiempo sin tiempo —fuego o nube— 
y dices que el mal rueda y el bien sube. 
Corres como un gigante desolado 
con fuerzas que tú mismo has convocado 
y de pronto, cortando tu carrera, 
te blasfemas, te lloras, te veneras, 
te conviertes en cientos de millones 
que maldicen o rezan oraciones 
y te cambias el rostro en cada suerte 
y vuelves a la vida y a la muerte 
con una vanidad empecinada 
hecha de polvo, de ceniza y nada 
y aguardas rosa de la mano amiga 
y de la mano sin amor ortiga. 
Pero sabes que todo está en tu sueño: 
ortiga y rosa, soledad y leño. 
Eres trágico así y eres culpable. 
Si eterno, te defines deleznable. 
Si santo, buscas torpes tentaciones. 
Si valiente, te ensucias con pasiones. 

Eres trágico así y eres absurdo 
cuando te vistes con el gesto burdo 
y abismas en fracaso abominable 
el bien, de cuya norma eres culpable 
y cuando hieres con tus propias manos 
tu propio corazón en tus hermanos 
y descargas la furia de tus brazos 
sobre el propio dolor de tus pedazos 
y destruyes los sueños de ti mismo, 
lanzando lo que es tuyo hacia el abismo. 
¿Cómo puedes herir a la criatura 
que es una imitación de tu figura? 
¿Cómo puedes gozar del cataclismo 
si está hecho todo en carne de ti mismo? 
¿Si el cielo, la perdiz y la cabaña 
salieron desde el fondo de tu entraña? 
¿Si la bestia que pace y los pastores 
tienen tu amor y tienen tus dolores? 
Hombre que todo lo soñaste un día, 
no puedes solazarte en la agonía. 
Y no puedes mentir que son mil vidas 
ajenas a tus manos atrevidas. 
Eres uno, el primero, el que hizo todo. 
Blanca la nieve blanca y negro el lodo. 
El que duerme en las hondas sepulturas 
y despierta después en las criaturas. 
El creador de sí mismo, el propio dueño. 
El responsable de su enorme sueño. 
Deja tu vanidad empecinada 
hecha de polvo, de ceniza y nada, 
y vuelve a ser el ángel legendario 
que hizo la cruz y que labró el rosario. 
No puedes ver morir con sorda calma 
las cosas que pariste con el alma. 
Nada menos que tú, que eres poeta 
y fuiste tu factor y tu profeta. 
Nada menos que tú, que de tan noble 
trajiste hasta tu casa el pez y el roble. 
Y que hiciste infinita la medida 
para encoger tu imagen y tu vida. 
Y que al solo fervor de tu mirada 
dibujaste los cosmos en la nada. 
Y que al solo temor de hacerte malo 
nombraste un juez y le entregaste el palo. 
¡Cómo puedes fraguar maldad y muerte 
si hiciste a Dios para no ser tan fuerte...!
HOMERO MANZI


viernes, 4 de noviembre de 2016

EFEMÉRIDES DE NOVIEMBRE

Biografía de Homero Manzi, el poeta del tango

Homero Manzi fue uno de los grandes del tango argentino y mundial. Sobresalió en la escena debido a la gran capacidad poética de sus letras, muchas de las cuales se convirtieron en verdaderos himnos del género. Homero Manzi tuvo una vida corta pero muy activa, fue poeta, profesor y director de cine, además de su labor en el tango.Homero Manzi, apodado Barbeta, nació el 1 de noviembre de 1907 y pereció el 3 de mayo de 1951. Se convirtió en uno de los poetas y letritas de mayor importancia en Argentina y hasta el día de hoy es recordado como una de las más importantes figuras del tangoargentino.
Homero Nicolás Manzione Prestera, como era su nombre completo, vivió su infancia en el Añatuya, Santiago del Estero, pero a los 7 años de edad se mudo junto con su madre y hermanos al barrio porteño de Pompeya. En la capital entabló amistad con Julián Centeya y Cátulo Castillo. Por influencia de este último y su padre (el conocido escritor José González Castillo), Barbeta comienza a dedicarse a la literatura.
Esta influencia literaria sería la que caracterizaría a los tangos de Homero Manzi. Su primera obra fue ‘¿Por qué no me besás?’, en 1922 y que luego fuese grabada cuatro años más tarde por Ignacio Corsini.
Manzi fue de todos los tangueros quien introdujo la mayor presencia de poesía en las letras de tango. Esta característica llegó a ser criticada porque muchas veces utilizaba recursos que hacían la comprensión de sus letras un tanto más difíciles que el común de las demás y en las cuales se destacaba la utilización del lunfardo.
Homero Manzi fue un destacado del tango y la música rioplatense gracias a que dotó a la milonga de jerarquía y dejó huella a través de sus letras en importantes tangos.
POEMA INÉDITO

Madrid, 02-11-16
LA TRAMPA DEL LENGUAJE
En esta habitación, las voces
se esconden detrás de las palabras.
El deseo es un rompecabezas
que tiene mil figuras cómplices.
Sueños y mentiras son la trampa,
y el lenguaje como Lancelot,
ocupa el trono del reino
por fuera de la escena.
La princesa permanece abierta
a la pradera verde del sentido,
y el rey no soporta amar a sus amores.
Acostumbrado a ser amado,
pierde su jerarquía en un desvío.
La espada ya es de Lancelot.
El que no cambie, morirá igual a sí mismo,
una desventaja inapropiada,
lógica del sinsentido.
LUCIA SERRANO
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 18h. Madrid
Coordinador: Miguel Oscar Menassa