miércoles, 15 de abril de 2015

BALANCE DE LA SOMBRA - OLGA OROZCO



BALANCE DE LA SOMBRA

Muchas veces, en los desvanes de la noche,
cuando la soledad se llena de ratones que vuelan o escarban
   bajo el piso
para roer, tal vez, los pocos nudos que me atan a este asilo,
busco a tientas la tabla donde asirme o el lazo que todavía
   me retenga.
Entonces te adelantas, aunque no sé quién eres,
sombra fugaz y sombra de mí misma, mi sombra ensimismada,
sí, tú, la más cercana pero la más extraña,
y siento que aun con tu inasible custodia me confirmas un lugar
   en el mundo.
Pero ¿quién eres tú?, ¿quién eres?
Quizás seas apenas como un jirón de niebla
que copia dócilmente cada pacto de mi sustancia con el tiempo,
como cree la luz;
o acaso estés aquí sólo para testimoniar con tu insistente
   opacidad la culpa y la caída.
Compañía fatal o delatora,
yo sé que agazapada en un rincón cualquiera de los sueños
permites que la muerte se pruebe mi propio cuerpo cuando
   duermo.
Y no ignoro tampoco que llegas desde el fondo de un abismo 
   con alas de ladrona
y escondes en tu vuelo soles negros,
humaredas de infiernos nunca vistos y recuerdos que zumban 
   como enjambres.
Tu cosecha de ayer; tu amenaza y promesa para hoy y mañana.
Sospecho que también tú me has contagiado paredones roídos,
templos rotos, fisuras dolorosas y escondrijos que dan al otro
   lado.
Pero también multiplicaste a ciegas las visiones del amor que
   no muere,
nos vestiste con noche encandilada, con fugitivos resplandores,
y hasta te vi saliendo de ti misma
y te vi propagarnos como a un eco, como a un temblor de luces
   hacia la eternidad,
al paso de las aguas.
Sombra perversa y sombra protectora,
mi doble de dos caras.
Nunca tuve otra hija más que tú,
y has hecho lo imposible por parecerte a mí, en mi versión
   confusa,
aunque siempre aparezcas embozada en anónima y ajena,
   peregrina envoltura.

Yo te confieso ahora, mientras estoy aquí,
mientras aún me anuncias o me sigues, no sé si como emisaria o
   como espía,
que quienquiera que seas no querría perderte entre otras sombras.
No me dejes entonces nunca a solas con mi desconocida:
no me dejes conmigo.

OLGA OROZCO
De "Eclipses y fulgores" (1998)
(1920-1999) Fue una de las más destacadas poetas argentinas con una prolífica obra que se desarrolló entre las décadas de los 40's y los 80's. Orozco fue integrante del movimiento surrealista argentino. Sus poemas y textos han sido incluidos en diversas antologías y otras publicaciones, además de ser traducidos al francés, inglés, italiano, alemán, rumano, hindú, portugués y japonés. En 1971, fue distinguida con el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina de Poesía y en 1980, recibió el Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes. 

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